viernes, 23 de noviembre de 2012

FAMILIA PÉREZ PÉREZ




Ellos son los grandes culpables de que todo saliera de la mejor manera posible. La familia Pérez Pérez es la fundadora de Prodesenh, como ya sabéis nuestra contraparte en Guatemala. Desde el primer día accedieron a recibir Cooperabasket, y desde la distancia fuimos coordinando la construcción de la cancha vía e-mail, y alguna que otra llamada telefónica. Al principio mantuvimos más el contacto con Juanjo, que es quien maneja más el ordenador y la organización del calendario, etc. Pero una vez llegamos allá, nos dimos cuenta de que, efectivamente, detrás de un gran hombre hay siempre dos grandes mujeres. 

Ellas son Judith, su esposa, y Doña Carmela, la madre de ésta, es decir, la suegra de Juanjo. Nos encontramos con dos torrentes de energía hechos persona. No me parecería bien publicar por aquí la historia de Judith, pero sí mencionar que tuvo que soportar insultos, vejaciones y desprecios varios por parte de su propia gente. ¿El motivo? Defender la educación siendo mujer. Nos puede parecer inconcebible que hoy en día pasen estas cosas, nosotros la "sociedad del progreso"... Pero sí, sí que ocurren este tipo de cosas mientras la mayoría que tenemos el poder de estar informados (recalco poder) nos ponemos la venda de no ver, la de "no podemos hacer nada, están muy lejos". Me incluyo la primera, ojo, y me jode decirlo pero lo asumo. Frente a esta situación, lo fácil hubiera sido seguir con la vida de casi todas las mujeres guatemaltecas, resignarse a vivir cuidando a la familia mientras todo sigue igual. He de decir que también fue decisión de su madre apoyarla, no sin antes aguantar ella misma también la repulsa de su marido, familiares y vecinos. Haré un inciso para decir que Doña Carmela es la persona con más vitalidad que he conocido jamás (junto con mis abuelas ;). IM-presionante, ¡qué manera de trabajar!

Me podría alargar como con todo páginas y páginas, pero quiero que no os aburráis de este blog así que no me entretendré mucho más. Sólo decir que conocer a alguien que pospone su bien personal por algo que ella considera superior que sí misma, algo justo por lo que luchar, no tiene precio. Hablando en plata, se te queda cara de tonta cuanto menos...