Es complicado describir las sensaciones que tiene una nada más pisar lo que será "país" durante un mes entero. Te llegan cientos de pensamientos, todos difusos y entrelazados porque no se basan más que en lo que tu imaginación te deja creer. Por un lado piensas en todo tu porvenir como algo ideal, perfecto, pero por otro, una parte de ti te obliga a repensarlo, ser paciente y no dejarte embaucar por unas expectativas que luego pueden ser falsas y provocar en ti una decepción gigante. Iremos viendo que no hubiera sido el caso, porque a veces lo vivido supera con creces a lo esperado, sobre todo por eso, por ser real, tangible, auténtico, concreto.
Os dejamos en esta primera entrada una foto del enclave en el que está situado el pueblo donde trabajamos, San Mateo Milpas Altas, en el departamento de Sacatepéquez. Es un pueblito rodeado de montañas, milpas (lo que aquí conocemos como la planta del maíz), volcanes y mucho, mucho verde. También, por qué no decirlo, San Mateo cuenta con un hotelazo en la parte más alta del pueblo, casi en la cima, con unas vistas absolutamente increíbles de todo el valle. Llamaba la atención el lujo del mismo, cuando apenas unos metros más abajo puedes encontrar cuatro muros de hormigón sobre un suelo de tierra, cubiertos de una uralita a modo de casa familiar. Curioso cuanto menos.
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| Vista desde nuestra terracota de la plaza de San Mateo, foco de la -escasísima- vida social del pueblo |
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| La cancha desde nuestra terraza. Buen motivo para salir a tomar el sol y contemplar lo bonita que estaba. |
Nosotras nos alojábamos en una casa que Prodesenh ha habilitado para alojar a los voluntarios que decidan quedarse a dormir en el pueblo, ya que puedes escoger también irte a Antigua. Ésta es una ciudad colonial preciosa, llena de colores y de rincones con una fotografía espectacular, a la que se podía ir en bus en apenas veinte minutos en un trayecto sin nada que envidiar al Dragón Kan. Por cierto, os recomiendo encarecidamente la BSO de los mismos. Cumbia, reggeaton, más reggeaton, más cumbia... Entre las canciones destaca un hit de calidad musical indudable, similar a "Quítate el top"que podéis escuchar pinchando aquí, por si os pica la curiosidad. Lo cierto es que tiene hasta su gracia la canción. Volviendo a nuestro hogar, es conveniente señalar que poco o nada tenía que ver con las casas de los lugareños. Teníamos unas habitaciones estupendas, y el piso contaba con cocina, agua caliente e incluso una terracita genial con vistas a la plaza. Nuestro vecino Don Alejandro, quien vivía en el piso de abajo con su familia, era ingeniero y, aunque con connotaciones muy distintas a las que entendemos aquí, él contaba con un nivel de vida muy cómodo, superior al resto de habitantes. Para que os hagáis una idea, tenían internet, habitaciones separadas o una cocina decente; sin embargo, nada de lavadora, lavaplatos, aspirador, ni ningún cacharro de este tipo.
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| La cocina de la casa. |
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| Desde la otra parte, podíamos ver algún que otro tejado rodeado de árboles y de fondo el impresionante Volcán Acatenango. |
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| Uno de los autobuses de la estación de Antigua. Como veis, provienen de EEUU de hace unos cuantos años. Lo más moderno del planeta, pero anda y te carga con los güisquiles y las tortillas. De fondo, el famoso Volcán de Agua. |
Me gustaría escribir y escribir sobre cómo fueron aquellas primeras sensaciones personales, pero este blog está destinado a explicar el proyecto Cooperabasket, no es un diario de viaje personal ni pretende serlo. Contextualizar el proyecto es importante, y por supuesto dar a conocer el pueblo, su gente, sus costumbres o sus comportamientos es parte fundamental también del mismo.
En la próxima entrada os introduciremos a la familia Pérez Pérez, responsables de Prodesenh y los principales culpables de hacer posible Cooperabasket.
